The Working Dead
Publicado por xabi rodriguez en / 0 Comentarios
Esa crisis que supuestamente dejamos atrás y que hemos padecido durante más de 8 años ha traído muchísimas cosas consigo, entre ellas, mucha incertidumbre; incertidumbre que ha ido lapidando la confianza en el sistema, en el mercado laboral y sobre todo en las propias personas.
Fruto de esta desconfianza han aparecidos nuevas tribus de trabajadores y trabajadoras, como es el caso de “Los Working Dead” o trabajadores zombies. Una tipología nueva de plantilla, que vaga por nuestros pasillos y que, aunque, permanecen físicamente en sus puestos de trabajo no tienen ganas, ni inquietud, ni inspiración.
¿Quiénes son esos Zombies laborales?
Aunque aún no lo sepas, reconocerías perfectamente a este tipo de compañeros/as, y es que, en más de una ocasión te has encontrado a alguno/a por el pasillo deambulando, o en la maquina del café junto a otros/as zombies destripando al resto del equipo, o en su despacho quejándose continuamente por su falta de tiempo mientras no paran de usar su móvil. Estas personas a veces confunden el sobrevivir con el vivir, utilizando todo tipo de excusas para no llevar a cabo una modificación de su conducta (estoy muy mayor, no puedo volver a estudiar, no sé idiomas, debo seguir porque tengo hijos, en todos los trabajos ocurre lo mismo, etc). ¿A que ya sabes de quién te hablo? Pues ésos son los zombies profesionales, una especie más proclive de lo que imaginas y con una alta peligrosidad de contagio.
Estas personas tienden a trabajar lo justo, no se les puede pedir que realicen tareas que no sean de su estricta competencia y nunca darán un plus. Al parecer, esto se debe a una baja motivación personal ligada a un cansancio y falta de expectativas laborales, lo que les lleva al cansancio físico, malestar, estrés, apatía, continua frustración, que además se refleja en su aspecto físico. Por todo ello, tener trabajadores/as zombies no es síntoma de una buena salud en la empresa, y esto acabará acarreando graves problemas a corto, medio y largo plazo, pues, la motivación y productividad de la plantilla se ven seriamente mermadas.
Detectar al empleado/a zombie no es tarea fácil, ya que,no es un trabajador/a que destaque, no son conflictivos y se suelen llevar bien con sus responsables. Pero es la misión principal, de estas figuras conocer a su plantilla e identificar posibles perfiles zombies: “Muchas veces es el jefe el gran zombie, alguien que ya no tiene interés por su trabajo y menos aún por el de sus empleados”, apunta Ceferi Soler, profesor del Departamento de Dirección de Personas de Esade.
Entonces, ¿por dónde empezamos? Lo importante sería evaluar los resultados del desempeño de nuestra plantilla y tener especial cuidado con las personas que obtengan resultados negativos en el último año. Pero no olvidemos que evaluamos para ayudar, la finalidad de dicha evaluación debe ser la de escuchar a nuestras personas, no vamos a juzgar, vamos a crear juntos/as un plan de acción con las personas zombies de nuestra organización, ya que, necesitamos que vuelvan a estar al 100%. Y es que, recordemos que no hace mucho tiempo fueron personas muy válidas, en un tiempo en el que el trabajo estaba ahí fuera, cuando había rotación en las empresas y tenías que cuidar a tus trabajadores/as ¿recuerdas?
Por tanto deja de buscar excusas. No importa si es pronto o tarde, si ya eres viejo o estás muy cansado, si no estás bien, si no estás a gusto, si no eres feliz. Mueve ficha, ponte manos a la obra, simplemente haz algo, algo que te importe, y no, no se trata de inventar, de descubrir, de ser Messi, Bill Gates o Amancio Ortega, se trata de ser tú y hacer lo que quieras, de cumplir de una vez tus sueños. No será fácil, pero si no lo intentas acabarás sucumbiendo al virus y siendo parte de esa sociedad zombie.