El desafío provocado por la situación de alarma sanitaria ha tenido implicaciones sobre todas las personas y ha limitado de manera considerable la forma en que nos relacionamos. El distanciamiento social está teniendo un impacto significativo en nuestro bienestar mental y emocional.

La falta de bienestar emocional, el sentimiento de inseguridad, la desconfianza o la incertidumbre generada, ha podido suponer cierta desconexión con otras personas y un desequilibrio relacional en diferentes espacios de nuestra vida.

La importancia de retomar un ambiente seguro, positivo e inspirador puede restablecer el equilibrio perdido de la persona en el medio y dotarle de la energía suficiente para afrontar nuevos retos que puedan aparecer.

En el ámbito laboral retomar dicho equilibrio, debe pasar por la responsabilidad de todas la personas involucradas por seguir construyendo relaciones positivas, oportunidades de crecimiento profesional, aprendizaje y colaboración.

Mantener y generar vínculos dentro de las relaciones laborales, en estos momentos de aislamiento, sigue teniendo una gran importancia ya que dicho bienestar mental, emocional, e incluso físico, se verá directamente beneficiado.

La gestión del cambio siempre es difícil y después de estos meses será un reto para la empresa y sus trabajadores. Comprender a cada persona y sus características individuales, así como la adaptación, protección e incluso una mayor sensibilización serán puntos fundamentales y muy valiosos a tener en cuenta.

El nuevo espacio, una mentalidad diferente, la implementación de estrategias saludables de comunicación y afrontamiento, lograrán forjar un ambiente de respeto, escucha y validación reduciendo considerablemente la posible tensión y estrés existentes.

También una mayor flexibilidad en la organización laboral, el fortalecimiento de lazos entre compañeros y compañeras de trabajo, mejorando su conexión profesional y su desempeño laboral. Un clima seguro, agradable y responsable podrá fortalecer al equipo organizacional ante este enorme desafío, brindando una nueva oportunidad real de crecimiento, compromiso y pertenencia corporativa.

Recuperar equipos de trabajo motivados, conectados y cohesionados proporcionarán un sistema que logre los objetivos y fines establecidos de modo más efectivo. Todo esto podrá prepararles para afrontar futuros conflictos que puedan surgir de manera más exitosa.