El periodo vacacional suele ser uno de los momentos más deseados en el año, un instante en el que poder desconectar de la rutina, llevar a cabo ese viaje que llevamos planeando meses, visitar lugares soñados, descansar, practicar tus hobbies estacionales, o simplemente no hacer nada. Elijas lo que elijas para este periodo más tarde o más temprano llegará a su fin, y es justo después de aterrizar de ese estado vacacional idílico que puede que empiecen a aparecer algunos síntomas y emociones negativas; tristeza, apatía, dificultad para conciliar el sueño, ansiedad, cambios de humor, etc;  todas ellas provocadas por lo que comúnmente llamamos síndrome postvacacional.

Pero, ¿Existe el síndrome postvacacional?

¿Existe realmente este síndrome?, ¿es real?, ¿lo sufren todas las personas?. Pues ciertamente, el síndrome postvacacional existe, pero no es una enfermedad, es más bien una alteración del estado anímico, y se debe principalmente al cambio de hábitos y vuelta a la rutina tras el periodo estival. Lo positivo es que es temporal, con lo que puede revertirse fácilmente y depende exclusivamente de nosotros/as mismos/as. Pensemos que en algunas culturas en las que el trabajo representa un pilar fundamental y es sinónimo de dignificación, este fenómeno no existe, y es que, la vuelta al trabajo no se convierte en un periodo de desadaptación que les provoca malestar, sino un momento de celebración y felicidad.

Sea como fuere, lo que sí es cierto es que los seres humanos nos organizamos en torno a unas costumbres, hábitos y rutinas, que vamos repitiendo creando un estilo concreto de vida.  Por lo que para retomarlas tras el parón vacacional y recuperar nuestros hábitos, vamos a necesitar una serie de pautas que nos ayuden y faciliten la vuelta al día a día.

– Sin prisa; no pretendas volver de golpe, se te hará mucho más duro. Lo mejor es ir incorporándote gradualmente, realizando pequeñas tareas, recuperando rutinas. Dedica un tiempo a  planificar y a organizar tu nueva agenda.

– Cuídate; es hora de volver a los hábitos saludables que tenias antes de las vacaciones. Come equilibrado y haz algo de ejercicio, empieza poco a poco. Como ya sabemos, una buena dieta y actividad física regular es básica para mantener una estabilidad emocional y mental, lo que facilitara esta transición

– Dedícate tiempo; descansa, para y tómate el tiempo que necesites. Que no estés de vacaciones no quiere decir que no puedas hacer cosas que te gusten, que no merezcas tener tu tiempo libre de ocio para invertirlo en lo que más te apetezca. Un rato de lectura, una siesta, un paseo, una cena con amigos/as, etc.  Tener planes ayudará a que sea menos dura la vuelta.

– Plantéate objetivos; la vuelta de las vacaciones es un buen momento para introducir nuevas variables en la temporada que está por venir. Cambia tu despacho, renueva las fotos, recoloca los muebles del salón… Es un buen momento para plantearte nuevos retos, nuevos objetivos. Retoma aquello que dejaste o simplemente apúntate a ese curso que no pudiste hacer el año pasado. Estas pequeñas modificaciones o el planteamiento de nuevos retos van a ayudar a elevar tu nivel de energía.

– Sé positivo/a; quizás no parezca relevante, pero es fundamental tu actitud frente a las situaciones que afrontas. El sentirte mal y apático solo te traerá más desgana y frustración. Valora lo que has vivido y siéntete afortunado por haber disfrutado de esas maravillosas vacaciones. Ten seguro que si te paras un segundo a pensar, aparecerán infinidad de aspectos positivo que tiene tu vida cotidiana, de lo feliz que eres volviendo a ver a tus amigos/as, realizando tus deportes favoritos, desempeñando el trabajo que haces, seguir compartiendo momentos con la familia, de seguir aprendiendo un idioma, etc. En definitiva se trata de decirte a ti mismo/a todo lo bueno que tiene esa rutina que ahora  parece tan negativa. De mantener un diálogo interior positivo que te ayude dejar atrás las vacaciones sin tanto pesar.

Estos son algunas pautas que puedes seguir si quieres que tu vuelta sea mas llevadera y no se te haga tan cuesta arriba. Si esto no es suficiente, recuerda que el haber regresado a la rutina no es más que un indicativo de que ya estas más cerca de las siguientes vacaciones.

Feliz vuelta de vacaciones!