Vivimos en un momento, lleno de competitividad y de altas demandas. Las personas que se relacionan con empresas, quieren que éstas hagan el mundo un lugar mejor a través de un espíritu que integre iniciativas sostenibles, responsables, generando conciencia social, confianza y conectando a la comunidad.

La búsqueda de la innovación social a través del crecimiento de las personas está siendo un desafío importante para diferentes formas, empresas o grupos. Marcar la diferencia y convertirse en referente a nivel comunitario buscando la calidad y la responsabilidad social.

La actividad altruista se presenta como una oportunidad, un valor añadido que beneficia a la sociedad y que puede convertirse en una ventaja que marque la diferencia con los demás.

Comprender aquello que preocupa a las personas cuando miran a su alrededor, aquellos sentimientos que experimentan ante situaciones de desigualdad puede ser algo que conecte a la empresa con la sociedad.

Este reconocimiento genera una influencia en el cambio y una mejora directa en la sociedad. Además se convierte en un vehículo para conseguir beneficios sostenibles, positivos y para el desarrollo.

Un sentimiento de atención y gratificación que consigue un vínculo emocional y psicológico entre las personas y la empresa. Este vínculo relacional también implica a terceras personas (familia, amigos…) o a la red más cercana, que compartirá los beneficios de la satisfacción y felicidad generada.

Los esfuerzos solidarios o comportamientos desinteresados y el altruismo tiene una fuerza poderosa para liderar de manera efectiva un cambio social positivo mejorando los resultados comerciales o económicos. Una extraordinaria oportunidad corporativa de garantizar en la comunidad un sentimiento fuerte de resiliencia que desafíe a las situaciones de desigualdad, desempleo o cambio climático provocando un impacto positivo.

Desde esta posición afortunada de cambio social nuestra acción altruista tiene un poder humano y comercial que favorecerá un trabajo en red, la construcción de relaciones genuinas, fluidas e incluso el intercambio de ideas para el fin común de ayudar.

Estás actividades solidarias mejoran el bienestar de las personas, la efectividad organizacional, desempeño y actitud individual. Consigue un mayor compromiso con la empresa que se refleja en su productividad y desempeño. Una conexión intrínseca que favorece el sentimiento positivo de pertenencia, orgullo y felicidad en el ámbito laboral.

Una oportunidad que desarrolla interacciones satisfactorias entre los participantes que además se conectan a su comunidad y a las necesidades de esta. La experiencia gratificante une a la comunidad y a la empresa, que es respetada y promocionada como una iniciativa de cambio social.

Patrocina y difunde el conocimiento de la empresa generando un sentimiento positivo  de su marca. Una empresa con alma y conciencia social que atraerá emocionalmente a la comunidad dejando en ella una impresión leal, efectiva y duradera.

Edición y diseño

<a href=»https://albertovr.com»>Alberto Vigara</a>