Adolescencia e inteligencia emocional
Publicado por xabi rodriguez en / 0 Comentarios
Durante los últimos años, numerosos autores tales como Fernández-Berrocal, Extremera (2006) o Figueroa, Contini, Lacunza, Levín y Estévez (2005), han profundizado en el aspecto de la inteligencia emocional y su importancia para el desarrollo y el éxito de las personas en su vida.
La importancia de la implementación de programas que desarrollen competencias emocionales, habilidades de interacción e incluso programas de autoconocimiento en el ámbito educativo, está ampliamente avalada por diferentes estudios realizados al respecto.
Es importante que los profesionales que interactúan con adolescentes en el ámbito psicosocial posean un adecuado desarrollo de la inteligencia emocional que pueda ser utilizada como una herramienta favorecedora de ayuda en su proceso de crecimiento personal y para un mejor desenvolvimiento en el medio social.
La adolescencia es una época de continuos cambios, que se enfrenta a decisiones importantes que pueden marcar su vida, a muchos riesgos y dificultades. Una etapa donde el joven buscará diseñar una determinada personalidad, una identidad y en la que se descubrirá a sí mismo. A menudo en esta época tan crítica, de transición a la vida adulta, se ven inmersos en situaciones que les desbordan mostrando una serie de aspectos carenciales en el modo de lidiar con sus emociones.
Los programas de capacitación emocional ayudan a la persona a desarrollar estrategias y aptitudes más eficaces en la solución de problemas como también influyen en un mejor autocontrol y siendo capaces de adaptarse adecuadamente a los contextos escolares, laborales y sociales de su entorno.
La gestión emocional puede ser un aspecto importante a trabajar en la vida de las personas jóvenes, a la vez que un factor potenciador de la autonomía y el conocimiento personal para la integración comunitaria. Así la posibilidad de desarrollar un mayor conocimiento de sus emociones, un mayor autocontrol y capacidad de resolución de conflictos podría beneficiar el ajuste social, la integración del adolescente en la comunidad y una forma de prevención para no llegar incluso al sistema judicial correspondiente
Pacheco y Fernández-Berrocal (2013) señalaron que la utilización de recursos emocionales influye de manera determinante en la adaptación al medio social, favorecen el bienestar de sujeto y su desarrollo personal. Estos aspectos son independientes de la personalidad que presenten los individuos o de su nivel académico. Este proceso de crecimiento personal implicará a lo largo de su vida un sinfín de diferentes adaptaciones de la persona adolescente a dicho medio social.
Actualmente la enseñanza y en la calidad de la misma, donde gobiernos e instituciones buscan formas de abordar y atender adecuadamente las necesidades de cada persona será importante atender esta perspectiva emocional. Domínguez (2014) plantea la importancia de un abordaje de la educación emocional como forma de trasmitir valores y como un modelo para el crecimiento personal del individuo.